miércoles, 20 de noviembre de 2013

Carrera de Montaña de La Adrada – Cross Universidad Nebrija.

Parece que estamos en el mes de los descubrimientos, lo bueno de no haber (si es que tiene algo positivo) hecho deporte nunca es que no tengo prejuicios ni ideas preconcebidas. Me voy dejando guiar y estoy abierto a que pongan cosas dentro de mi cabeza, ocurre como con los médicos, tienes que encontrar uno que te dé confianza y a mí me pasa con mi entrenador. Si hay algo en lo que he mejorado este año, aparte de lo evidente, es en la capacidad de sufrimiento, la tolerancia a la agonía. Estamos lejos todavía de la temporada de triatlón,  tocando mucha montaña y pruebas como los crosses universitarios. Lo último que ha caído ha sido La Adrada y Nebrija.

Desafío La Adrada 20K.
Poco hay que decir del entorno, la Sierra de Gredos y en concreto esta zona del Valle del Tiétar es una absoluta maravilla. Además, los colores del otoño (mi estación favorita) impregnan estas montañas de un colorido excepcional, unos olores maravillosos y una temperatura perfecta para este duro deporte. Si a esto sumamos una organización hecha desde el cariño, un tope de 200 dorsales, una vocación de “pequeña” pero bien organizada carrera, tenemos una de esas pruebas para repetir año tras año.
La semana había sido brutal a nivel de trabajo, celebrábamos el evento BITAM y terminé absolutamente destrozado, así que a La Adrada llegaba con pocas expectativas. En la línea de salida varios integrantes del Caprus y muchos amigos, buena medicina para una semana llena de obstáculos. La carrera tiene dos distancias, 10 y 20 Km, compartiendo hasta el km 6 de continua subida donde nos separamos y los de la prueba de 20 tenemos que subir mucho más. Qué decir de las vistas, los arboles, los verdes, los marrones, los amarillos, las cascadas, las castañas, la zona es preciosa. Poco a poco se va empinando el trazado y hago varios kilómetros a ritmo sin pararme a andar, me sorprende poderosamente porque yo no era capaz de hacer eso hace pocos meses. Voy escalando alrededor de las 170 ppm y controlando la respiración al lado del Mister, ni me lo creo. Llegamos arriba del todo, avituallamiento y para abajo. La bajada es rápida, por una senda perfectamente balizada. “Lanza la pierna Suso, aumenta esa zancada” me dice Miguel, lo cumplo, vamos rápido, apoyo, apoyo, apoyo, nunca he bajado tan rápido. Entre un mar de colores aparece el valle al fondo, ¿por qué no tengo un Me Gusta en el cerebro? Si pudiese transmitir todo esto a alguien sedentario lo levantaría del sillón. Entonces llegan algunas zonas técnicas y es aquí donde aflojo, no bajo bien, mi hiperpronación es brutal y tengo unos tobillos de gelatina, apoyo con cuidado y PLAS!!! Un compi se accidenta y se hace polvo, sangre, está algo aturdido, le ayudo a levantarse y aparecen dos corredores más. Se recupera y se anima a seguir, bajamos juntos corriendo como podemos. Esto me saca un poco de la carrera, vuelvo a pillar al Mister “centrate Suso”, y me pongo a ello. Llegamos a la zona más técnica, aquí pierdo tiempo, apoyo mejor que otras veces pero no es suficiente, volvemos a la pista y vuelvo a lanzar la zancada. Tocamos asfalto, esto termina, empezamos a entrar al pueblo y SOPRESA, los de 20 se desvían. Subimos poco a poco por un camino y como una broma de mal gusto aparece la madre de todas las cuestas, ya me lo avisó Cesar Hernandez del Kerkus, pero es más de lo que imaginaba. Subimos andando, no hay fuerzas para hacerlo corriendo y los músculos de las piernas se quejan con razón. Se hace largo, es un tubo con rocas en el que no se ve el final, parecemos hamsters corriendo en la noria de la jaula, hace daño este tramo sobre todo a nivel psicológico. Y bajamos, bajada técnica a escasos 500 metros de meta, no tengo fuerzas para brincar entre piedras, lo paso como puedo y al tocar asfalto me lanzo, lo doy todo, adelanto a gente y me exprimo, entro en meta vacío y muy contento. Hoy me he sentido atleta, aunque sea solo un poquito, queda mucho por recorrer pero la dirección es la correcta.



Cross Universidad de Nebrija
Me doy cuenta de que estas pruebas cortas y explosivas son muy adictivas. Sé que las tendencias ahora mismo son a Ultramegamaratones, Tripleironmanes….y cosas por el estilo. Sin embargo yo voy al revés ahora mismo, no me llaman la atención las distancias tan largas. Supongo que tiene que ver con que tímidamente empiezo a ser algo rápido, o al menos, tener la velocidad suficiente para disfrutar de pruebas de este estilo. Es como si te dejan un F1, si no sabes manejarlo es difícil que disfrutes ni una curva, pero si coges un poco de tono muscular para aguantar el coche y te explican todos los botoncitos, probablemente flipes en colores. Y este último es mi estado, así lo siento.
Como en cualquier cross universitario fuimos muchos miembros del club, este año el dorsal lo daban a cambio de 1 kilo de comida para Filipinas, me parece una gran iniciativa. El Mister dice que la estrategia es 1 vuelta de reconocimiento y luego acelerar, bueno, lo de reconocimiento no sé donde se quedó. El circuito es duro, son tres vueltas de sube y baja con una cuesta de las que hace mucha pupa. El día anterior metimos una sesión muy fuerte de gimnasio y lo noto en las piernas, voy todo el rato a lo que doy, descubro un nuevo nivel al no poder tragar saliva, no puedo, necesito todo el aire, tengo que escupir en las bocanadas como puedo. Boqueo como un pez subiendo la cuesta antes de la meta y me lanzo a por ella como un loco. Cruzo y no puedo hablar unos minutos, tengo una pequeña sensación de bajón, nunca he corrido 6.800 metros con este nivel de exigencia. Poco a poco se me va dibujando una sonrisa, viva la explosividad, viva llevar el corazón en la boca de principio a fin, vaya sensaciones más acojonantes aunque vayas sufriendo una agonía tremenda. Sé que esto no lo va a entender mucha gente, pero es lo que siento y yo me guío por mis percepciones no por lo que le guste a la mayoría. Es un año ya casi lo que llevo con un entrenamiento estructurado y empiezo a ver cosas, y mi cuerpo me habla, y no escucharlo es una tontería.  

Arranca en breve diciembre con 3 pruebas que me gustan mucho, Cerro Marmota, Patones y Pedrezuela. Seguiremos esforzándonos y disfrutando a parte iguales, espero veros a muchos a lo largo de este mes J

lunes, 11 de noviembre de 2013

Comida rápida vs A fuego lento.

Estoy en una espiral de sensaciones nuevas para mí, aprendiendo y empapándome de todo lo que me va enseñando el Mister. La verdad es que me da un poco la impresión de que tenía una venda en los ojos, siempre que buscas información sobre entrenamientos (os recuerdo que soy bastante novato) aparecen planes por objetivo. Ahora mismo no hay más objetivo a la vista que el de hacer una buena temporada de triatlón, la clásica temporada de Sprint y Olímpico, esta última distancia me parece una pasada. Por encima de esto hay una orientación primordial que es la de formarme como atleta, con todo lo que eso significa. No hay un objetivo a la vista, no estamos entrenando persiguiendo un maratón o una marca concreta. La metamorfosis que he sufrido estos meses está siendo increíble, por primera vez en mi vida me empiezo a notar fuerte. En la Carrera del CSIC batí mi marca de 10K sin prepararlo específicamente, adelantando gente de principio a fin. En Somosierra bajé de 3 horas en una semana cargada de entrenamiento donde llegaba algo machacado a la prueba, ahora he terminado La Adrada en 2:17 viéndome más fuerte que hace unas semanas.
Que estoy muy contento es algo más que evidente, que lo mejor está por llegar también, que hay que seguir trabajando duro es obvio. Los que hemos llegado tarde a esto tenemos carencias, también las puede tener quien ha hecho cosas pero no ha seguido un entrenamiento estructurado. Lo que yo noto es que según voy entrenando aquellas facetas en las que peor estoy, no solo voy bajando tiempos sino que mis sensaciones son cada vez más increíbles y curiosamente, el cuerpo no me pide aumentar distancias sino lanzarme a por pruebas más cortas y explosivas. Más calidad y menos cantidad.

Puedes hacer un arroz con tomate Orlando y una pastilla Avecrem, o puedes hacerlo preparando un buen caldo y un sofrito de  chuparse los dedos, que te va a llevar más tiempo pero el resultado no va a tener nada que ver. Nosotros estamos en lo segundo. No dejéis de buscar el consejo de un buen entrenador, no hay color. 

Fotografía robada a mi amigo Rafa ;)