Y ahora vamos al meollo del tema. Unas semanas antes de esta competición, en medio de toda la carga brutal de entrenamiento que metimos después de la varicela, tocaba subir un puerto como preparación a Riaza. Pero claro, para que subir uno si se pueden subir dos. Primero cayó Morcuera, una experiencia increíble y muy bonita la verdad. aunque dura. Tras un breve descaso salimos dirección a Canencia, entonces el coach me empezó a hablar sobre psicología deportiva, los diferentes YO que tenemos y como actúan según tus circunstancias, cómo bloquear lo negativo en caso de fatiga extrema o cuando lo estás pasando mal en una competición. Y entonces me dejó solo, bueno solo con las cuestas de la cara norte de Canencia, había que poner en práctica todo lo hablado y mejor sin avisar claro. La cosa es que funcionó, iba roto, sufriendo lo que en la vida pero gracias a la cabeza lo hice. Esa experiencia la tuve muchos días en la retina y la guardo en mi memoria con especial cariño. Y ese entrenamiento fue el que sacó ese Suso que cogió los mandos cuando me fui al suelo en Garabitas, por cómo soy estoy seguro que habría terminado cogiendo la bici y terminando el triatlón pero sin esa reacción tan alucinante, automática y determinante. Si pudiese volver a repetir esa competición no quitaría el golpe, dolió pero me enseñó mucho, aprendí que no todo es cabeza en el deporte de fondo y resistencia como suele decirse sino que es otra cualidad más, muy importante eso sí, que hay que entrenar convenientemente. Y si lo haces tendrás resultados interesantes, de la misma forma que si entrenas la fuerza, la velocidad, el fondo, etc.
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Totalmente de acuerdo! grande Suso
ResponderEliminarGracias Celi! :)
Eliminar¡Qué grande eres chavalín!
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