lunes, 14 de octubre de 2013

3 Crónicas 3

Llevaba desde julio sin ponerme un dorsal y la verdad es que ya apetecia, no ha sido uno sino que han caído 3 carreras en apenas 10 días y de todas he salido francamente contento. Aquí va a tricrónica J

I Carrera de Montaña Soto del Real.
Organizada por buenos amigos, una de esas competiciones que grabo a fuego en el calendario. Soto es bien conocido por La Hoya de San Blas pero en vez de caer en lo obvio que era meter por ahí esta carrera, han diseñado un circuito de montaña baja rompepiernas y precioso. Un recorrido de 12 Km accesible a todos.

La organización de 10, voy a ser honesto, esperaba algún fallo no por falta de capacidad de quien la organizaba sino por ser la primera vez que lo hacían. Y nada más lejos de la realidad, lo que demuestra que donde hay cariño y buen gusto no hace falta know-how, simplemente ganas de trabajar y coherencia. No hubo ningún fallo, lo digo de verdad, todo fue perfecto.
Para mí era un día extraño porque la rodilla llevaba una semana doliendo/molestando, llegué pronto a Soto donde me encontré con David Revuelto (por fin te desvirtualizo) y rápidamente encontré a la manada Caprus, fuimos muchos del club a esta carrera y es que a Rafa y su gente se la quiere.
Calentamiento, saludos, PUM, salimos. Arranco rápido, la cintilla tiene más riesgo de cascarse cuando la zancada es más lenta. Poco a poco empieza a molestar y de hecho tengo que parar dos veces a estirarla, incluso ando un pequeño tramito. Entonces llega la bajada, voy con algo de dolor pero mejor. Me encuentro con Carlos Sanz y su hermano y charlamos animadamente un rato, entonces me doy cuenta de que la cintilla no duele. Ha ocurrido en un instante, la molestia se va, miro a Carlos y le digo que tiro, el se queda con su hermano que va un poco tocado. Acelero hasta meta haciendo bastante rapido el último kilómetro. Veo a Rafa y le pego un abrazo bien fuerte, está pletórico, tiene los ojos brillantes del que se ha esforzado y sabe que la cosa ha salido, enhorabuena amigo.
Después post de rigor con tortillas, cervezas y una comida estupenda en el Mesón Marques. Otra gran jornada de running.

Cross Rector Carlos III
Descubrí el cross universitario el año pasado, en Nebrija. En Caprus somos un club tan atípico como divertido donde seguimos un circuito de carreras muy variado a las que intentamos ir todos los que podemos. De esa forma todos nos podemos ir preparando a largo plazo porque sabemos lo que hay, y por supuesto, sabes en qué carreras va a haber un número importante de Caprusianos. Siempre vamos en manada. Estos crosses son unas pruebas cortas, explosivas y bastante agónicas. A mi particularmente me gustan y además van bien para todo.
Cuando estábamos calentando el mister me dice que si puede hacer la prueba conmigo, lo que en su idioma significa te voy a exprimir :D
Tras un minuto de silencio por los muertos en Lampedusa salímos a toda pastilla, por delante 4.800 metros de ir a tope. El coach nos va regulando a David y a mí en un ritmo bastante fuerte, el día anterior había hecho pesas y las piernas eran un poco madera, aun así aguantamos. Hay una subida corta pero potente, coronamos y el coach nos grita que no aflojemos, voy a tope. Desde este punto al final la carrera es muy agónica, voy sufriendo y un par de veces me da sensación de desmayo, los que habeis hecho series a tope sabeis a qué me refiero. La boca totalmente abierta cogiendo todo el aire que puedo, boqueando como un pez que se muere fuera del agua y aguentando el chaparrón. Segunda subida, me dice el coah que no mire las pulsaciones, que siga, estos últimos metros entrego todo lo que tengo hasta que cruzo la meta totalmente sofocado. Creo que tardo un minuto en poder hablar, y según se pasa el sofoco me siento muy bien, creo que estoy aprendiendo a sufrir. Y seguimos sin noticias de la cintilla.

Medio Maratón de Montaña de Somosierra
La carrera que me enamoró de la montaña, que hice de una manera precipitada en 2011 con unas Saucony Hurricane con las que no me maté de milagro bajo unas condiciones meteorológicas de mierda. Es una de esas competiciones que tienes marcada a fuego por muchos motivos, el primero ya lo he puesto, el segundo que todo el dinero recaudado va para fomentar el deporte en discapacitados, el tercero que es una preciosidad. Este año me hacía ilusión bajar de las 3 horas pero no iba a estar fácil, la carrera entra dentro de un plan global de entrenamiento centrado en sentar las bases para la temporada de triatlón de 2014. Eso implicaba que era el sexto día de ejercicio físico de una semana curiosa en la que había hecho pesas el viernes, corrido un cross a pincho el sábado y llegué algo tocado al domingo, claro. Aun así, lo iba a intentar.

Como siempre caras conocidas y miembrus de mi club. Salimos y aunque intento ir con El Juli el tio pilla un ritmo que no puedo seguir, está hecho un toro, cuando me dijo que había hecho 2:38 flipé en colores, literalmente. Seguía con el plan que era ir tranquilo al principio, las piernas dolían, supongo que del trabajo de gimnasio y el día anterior. La verdad es que iba incómodo pero poco a poco la musculatura se iba adaptando mientras iba haciendo la goma con el gran Pepemillas. Pepe soñaba con bajar de 3 horas, terminamos juntos Somosierra en 2011 compartiendo muchos kilómetros de sufrimiento y un abrazo en la meta nos hermanó para siempre. Son las cosas que tiene este deporte y sé que el lo siente igual. La "Cuesta su puta madre" este año era más larga pero fué donde empecé a tener buenas sensaciones, cuando llevábamos unos 6 Km de carrera. Al llegar al pico Tres Provincias no lo puedo evitar, cogo el móvil y grabo un vídeo, el día está precioso, con un sol estupendo y algo de fresquito. Me avituallo y para abajo. Este es el tramo más técnico de la carrera, una cuesta abajo pronunciada con mucha roca suelta, aquí noto que los cuadriceps no están para tonterías así que bajo contenido, entonces pillamos otra vez la pista y sigo corriendo, y sigo, y flipo porque aquí es donde siempre ando. Desde el pico hasta el último avituallamiento no ando nada, alucino, me veo cansado pero con suficientes fuerzas. ¿Lo que he mejorado desde el año pasado!
Tras bebr un poco y morder una naranja me lanzo cuesta abajo, voy justo pero voy, hay un par de rampas y en la última tengo que andar un poco y entonces aparece, el último giro, bajo por las piedras con una sonrisa de aquí a Escandinavia y cruzo la meta, 2:56, CONSEGUIDO. Pepe aparece dos minutos después, también lo ha conseguido, y para remate JAN hace 2:50 y Juli 2:38. Día redondo y precioso. ¿Se puede pedir más? 

5 comentarios:

  1. No se puede pedir más! felicidades Suso! me acordé mucho de todos el 29, sabes que si hubiera estado en Madrid lo hubiera disfrutado con vosotros, pero me alegra que todo saliera tan bien. Nos vemos en la segunda edición. Y de los crosses y de Somosierra qué te voy a decir si soy una enamorada! felicidades, da gusto verte disfrutar tanto y compartirlo con la gente. A seguir así!!!!

    ResponderEliminar
  2. Me has emocionado leyendo la parte de Somosierra 2013. Poco puedo decir a estas alturas, salvo que te sigo considerando hermano de montaña desde entonces, desde 2011. Mi hermano pequeño, eso sí. Pero un hermano pequeño que ha crecido de una forma gigantesca en los últimos dos años. Y que ha sabido ganarse el respeto de muchos. Entre otros el mío. ¡Un abrazo como un piano, hermano!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Os acordáis d la entrada a meta d los tres aquel año? Tengo un recuerdo precioso

      Eliminar
    2. SSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ¡Maravilloso, Celina! ¡Maravilloso!

      Eliminar
    3. Yo también tengo un recuerdo precioso, es inolvidable :)

      Eliminar