martes, 10 de junio de 2014

La pisada y la madre que la parió.

Si antes de empezar a correr alguien me dijese eso de: ¿tú eres pronador?, le habría respondido sin duda que yo soy del Atleti.  Lo que voy a contar aquí es MI experiencia en el mundo del atletismo popular, solo eso. La visión de un hiperpronador, con una dismetría de casi 1 centímetro en la cadera y el pié cavo. Lo que viene a ser un puto desastre.

Cuando empecé a correr lo hice con unas zapatillas neutras, que no sabía que eran neutras, de hecho no sabía que existían diferentes tipos de zapatillas. Ya sabéis lo que es arrancar en esto, empiezas a recibir un bombardeo de información entre el que hay mucho mensaje de marketing. Descubres que eres pronador y las revistas especializadas, los foros, etc, te dicen que te hagas plantillas. La cosa es que ya te has lesionado un par de veces, aparte de que me dolían muchas cosas y había también molestias recurrentes. No era consciente, pero talonaba mucho.  

Y en todo esto te taladran que hay que solucionarlo a base de comprar. Super zapatillas que te lo arreglan todo, plantillas que son la tabla de salvación a todos tus problemas, podólogos deportivos, etc. En esto te dicen que no tiene nada que ver la técnica, la fuerza, entrenar correctamente, y tantas otras cosas. No, la culpa es únicamente de tu cuerpo que es imperfecto y te voy a vender la solución. Vivimos en un mundo donde todo se compra y solo nos vale lo inmediato.
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 Es entonces cuando vas a ver a un podólogo deportivo y descubres que eres una especie de deforme o similar. Evidentemente, no te dicen que no necesitas plantillas, que pruebes a hacer ejercicios de técnica, que visites el gimnasio o que te busques asesoramiento a través de un entrenador. No, te soplan 300 euros y te dan unas plantillas que te cambian los dolores de sitio. A mí, tras varios retoques, no me sirvieron. Y eso que fui a ver al que se supone que es el mejor en esto. De ahí pasé a utilizar zapatillas-tanque, aquellas destinadas a los mega pronadores. Un par de ladrillos, literalmente. Con esto es con lo que menos me lesionaba, aunque seguía pasando. Incluso cuando ya me metí en el triatlón.

Fue entonces cuando di con gente que sabe de verdad, DE VERDAD. De golpe y porrazo aparecen dos cosas de las que habías oído alguna vez, pero tampoco tenía mucha constancia. La técnica y la fuerza. Anda, pero si resulta que correr no es poner un pié delante de otro, que descubrimiento. Te empiezan a hablar de posición de brazos, de tronco, de pisadas reactivas, ejercicios de técnica, ejercicios de fuerza y demás. Entonces te vas dando cuenta de que ya no pisas tanto de talón, algo está cambiando, te notas más fluido y un largo etcétera de sensaciones. Esto, en mi caso, ha derivado en que ahora entro de metatarso y no de talón, y la diferencia es muy grande. De hecho es demasiado grande. Es cierto que pasé un periodo donde se me cargó la musculatura y caí en una pequeña inflamación de la cintilla (lesión recurrente en mí) cuando empecé con la técnica de carrera, pero fue en la pierna derecha en vez de la izquierda, que es la que me daba por culo, imagino que se debió a que el cuerpo se estaba adaptando y recomponiendo al cambio. Me recuperé mucho más rápido de lo habitual y enseguida pude meter un volumen interesante de kilómetros de nuevo.

Llevo más de un año con la pisada cambiada y con los ejercicios de fuerza incorporados en mi rutina, también teniendo muy claro como tengo que pisar, aunque ya me sale de dentro la verdad. He pasado de usar zapatillas como ladrillos a otras mucho más ligeras, incluso puedo usar voladoras. Aun así, me gusta que estas no sean neutras, tener una doble densidad o similar ayuda a un hiperpronador como yo cuando aparece el cansancio y pierdo eficiencia. Estoy muy contento con esta forma de pisar, las piernas se cargan muchísimo menos, se gasta menos energía (soy más eficiente) y encima voy más rápido con menos esfuerzo. En triatlón, que es mi deporte, una pisada así es clave. Nos bajamos de la bici muy cansados y una pisada eficiente es un tesoro.

¿Qué pasa con esto? Muy fácil, terminas comprando zapatillas más baratas, de gama más baja, incluso compras menos zapatillas. En lo que a las plantillas se refiere ya ni os cuento. ¿Esto interesa? Pues francamente, en absoluto. Va en contra del mercado, así de claro. Merece la pena acercarse a gente que os puede ayudar con todo esto, de verdad, y huid de la mercadotécnica. El trabajo bien hecho, la paciencia, no hay nada más biomecánico que el trabajo día a día y la visión a largo plazo. Y muy importante, aprender. Que a veces se nos olvida esto último.


Como siempre, no olvidéis que esto es la opinión de alguien que no es nadie. Es solo mi experiencia, lo que me ha ocurrido a mí y lo que yo he aprendido. No tiene porque valerle ni gustarle a nadie más. Ni pretendo sentar cátedra ni nada parecido J

8 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes Suso! Yo también pasé por la fase plantillas, zapatillas para patos mareados... Y al final, es cuestión de trabajo de base, constancia y sobre todo, de humildad para aprender del que sabe más. No se puede decir mejor niño, un besazo y a seguir progresando así y sobre todo disfrutando, ;-)

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    1. Gracias Celina, el día que deje de disfrutar tendré que preocuparme :)

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  2. Fortalecer cuesta trabajo. Aprender a correr cuesta trabajo y además es muy difícil. El resto "sólo" cuesta dinero.

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  3. Cuesta trabajo y es dificil, pero merece la pena :)

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  4. pues si es tu opinión.... la mía es prácticamente la misma,
    pronador, zapas hipermegaguay y caras de cohones ( pensando que seria lo mejor) luego plantillas que use dos veces, cintilla iliotibial... gym para fortalecer cuádriceps y compensar, sobrecargas. etc. etc. etc.
    también ando liado con el tema, cambio de pisada, ya ves ahora a mi años jejeje

    un abrazo Suso

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  5. Muy interesante, la verdad, estoy bastante de acuerdo con lo que dices. Yo estoy ahora metida en esa vorágine de las plantillas por una lesión de sesamoideos. En mi caso, he hecho técnica de carrera y trabajo de fuerza 2 días a la semana desde que empecé a correr, también mucha propiocepción, pero se ve que no ha sido suficiente o que algo no he hecho bien, porque he acabado con una lesión de las chungas :-( Y la verdad, las plantillas no me hacen mal, pero tampoco bien, no confío nada en ellas, lo único que me alivia es dejar de correr y eso no me sirve como solución. Es desesperante.

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    1. Vaya Virtxo, que pena me da oír eso. En mi caso ten en cuenta que soy triatleta, corro uno o dos (como mucho) días por semana y así es dificil cargarse. ¿Te has planteado el entrenamiento cruzado? Un besote!

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